
Hay que reflexionar. Uno se siente avergonzado y engañado. Siendo de la década de los cincuenta (tengo 59 años), avergonzado por ser la única generación que conozco que se ve abocada a dejar a sus hijos peor futuro que el que hasta ahora nos dejaron nuestros padres; engañado por la clase política actual. No tuve más remedio, impuesto porque no tenía entonces elección, crecer en un régimen dictatorial en cuanto a ideas contrarias al mismo, pero había trabajo y proyectos de futuro.
Luché y me manifesté por lo que se prometía, es decir: un futuro mejor, un estado de bienestar para todos; pero claro, lo decían para "todos" los que se dediquen al politiqueo, porque hoy son los únicos que viven bien. No vamos a hablar de derechas ni izquierdas, pero sí de diestros en el arte del engaño y siniestros por lo de la izquierda rica, porque son todos iguales. Desde que empezamos a ser demócratas de esta forma, tenemos ¿cincuenta mil? políticos gobernándonos. Mal para el pueblo porque nunca tuvimos tantos desempleados como hasta ahora, claro que depende de quién lo diga, ya que los ministros de turno manifiestan que nos estamos recuperando al no engrosar tanta gente en las oficinas del Inem. Nos preguntamos si esperaban que nos fuésemos todos al paro, pensándolo bien, no extraña que gobernando así no se imaginasen que pudiera pasar cualquier cosa. Reflexionemos todos un poco; tenemos dieciocho "gobiernos", desmesurado número de políticos con sueldos millonarios a cuenta nuestra, es decir, del ciudadano; gobiernan dando palos de ciego, ahora te prometo y después no cumplo, es decir ahora te doy y después te quito, por ejemplo los 400 euros. ¿Dónde nos equivocamos? O reducimos la clase política a la cuarta parte o nos arruinamos todos. Todos recordamos que no hace muchos años en la receta médica sólo se pagaba un diez por ciento del medicamento, y hoy todos sabemos que venimos pagando un cuarenta por ciento, muchos medicamentos los pagamos al cien por cien, ya que no entran dentro de las previsiones de la Seguridad Social. Sacan de la necesidad el impuesto necesario para cubrir sus déficit en las arcas del estado. Nos envían globos sonda para pulsar el ánimo del contribuyente, diciéndonos que hay que meter mano a la economía sumergida, porque nos arruina, cuando el que la usa es para subsistir, no como ellos, que mal nos gobiernan y cobran como millonarios. También sabemos que los sindicatos son estómagos agradecidos, igual que los del "vertical" anterior. Si ellos están cobrando del estado (que somos todos) ¿qué esperamos los obreros que perdimos nuestros derechos y el futuro de nuestros hijos?
CARTA AL DIRECTOR